viernes, 18 de febrero de 2011

abraham maslow

Necesidades fisiológicas básicas.
para mantener la homeostasis, dentro de estas se incluyen:
Son necesidades fisiológicas básicas
·
Necesidad de respirar
·
Necesidad de beber agua
·
Necesidad de dormir
·
enfermedad)
Necesidad de regular la homeostasis (ausencia de
·
Necesidad de comer
·
Necesidad de liberar desechos corporales
·
Necesidad sexual
·
Necesidad de tener dinero...
Seguridad.
protegida. Dentro de ellas se encuentran:
Surgen de la necesidad de que la persona se sienta segura y
·
Seguridad física
·
Seguridad de empleo
·
Seguridad de ingresos y recursos
·
Seguridad moral y fisiológica
·
Seguridad familiar
·
Seguridad de salud
·
Seguridad contra el crimen de la propiedad personal
·
Seguridad de autoestima
Afiliación.
las necesidades de asociación, participación y aceptación. En el grupo de
trabajo, entre estas se encuentran: la amistad, el afecto y el amor. Se
satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen
actividades deportivas, culturales y recreativas.
Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son
Reconocimiento.
personal, se relaciona con la autoestima.
Se refieren a la manera en que se reconoce el trabajo del
Autorrealización.
jerarquía, a través de su satisfacción personal, encuentran un sentido a la
vida mediante el desarrollo de su potencial en una actividad.
Son las más elevadas, se hallan en la cima de la
Ciclo de conflicto


Maslow definió en su pirámide las necesidades básicas del individuo de una
manera jerárquica, colocando las necesidades más básicas o simples en la base
de la pirámide y las más relevantes o fundamentales en el ápice de la pirámide, a
medida que las necesidades van siendo satisfechas o logradas surgen otras de un
nivel superior o mejor. En la última fase se encuentra con la "auto-realización" que
no es más que un nivel de plena felicidad o armonía. Maslow, en su teoría, sólo
define las necesidades básicas de un individuo, no del individuo hecho sociedad,
es decir, un modelo de necesidades básicas para una sociedad, las cuales ya
dejan de ser básicas mas no simples, serían necesidades fundamentales de la
humanidad más allá de una básica "auto-realización".
Crítica
A pesar de que la teoría de Maslow ha sido vista como una mejora en las teorías
previas sobre la personalidad y la motivación, los conceptos como la
"autorrealización" resultan algo vagos. Como consecuencia, la operatividad de la
teoría de Maslow es complicada. No hay ninguna prueba de que cada persona
tenga la capacidad de convertirse en un ser "autorrealizado". Más aún, Wabha y
Bridwell (1976), en una revisión extensa utilizando la teoría de Maslow,
encontraron escasas evidencias de que este orden de necesidades de Maslow
fuese así o de que existiera jerarquía alguna. Hay quien piensa que la teoría y sus
conceptos han quedado obsoletos. Por ejemplo, una referencia a la teoría aparece
en muchos libros de texto de pregrado sobre conducta organizativa sin menciones
a los fallos de la teoría. Sin embargo algunos eventos científicos demostraron el
pleno interés del ser humano por autoactualizarse y tender a un nivel más alto de satisfaccion.

Abraham Maslow (Brooklyn, Nueva York, 1 de abril 1908- 8 de junio 1970).
Psicólogo humanista estadounidense.


La jerarquía de necesidades de Maslow o Pirámide de Maslow es una teoría
psicológica propuesta por Abraham Maslow en su trabajo de 1943 Una teoría
sobre la motivación humana, posteriormente ampliada. Maslow formuló una
jerarquía de las necesidades humanas y su teoría defiende que conforme se
satisfacen las necesidades básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades
y deseos más elevados.

Abraham Maslow (Brooklyn, Nueva York, 1 de abril 1908- 8 de junio 1970).
Psicólogo humanista estadounidense


Fue el primero de siete hermanos y sus padres eran emigrantes judíos no
ortodoxos de Rusia. Estos, con la esperanza de lograr lo mejor para sus hijos en el
nuevo mundo, le exigieron bastante para alcanzar el éxito académico. De manera
poco sorprendente, Abraham fue un niño bastante solitario, refugiándose en los
libros.
Según la pirámide de Maslow dispondríamos de:

carl rogers


Carl Rogers


nació el 8 de enero de 1902, en Oak Park, Illinois, un suburbio de
Chicago. Fue el cuarto de seis hijos.

Su teoría es clínica, basada  toda persona como buena y sana, o por lo
menos, no la considera mala o enferma. En otras palabras explica que la salud
mental en una progresión normal de la vida de la persona, mientras que la
enfermedad mental, como por ejemplo la criminalidad, son distorsiones de la
tendencia natural del hombre.
Su teoría está basada en una fuerza de vida, que llama tendencia actualizada:
es la base de la construcción de la motivación presente o actual en la persona,
con el fin de desarrollar todas sus potencias hasta donde sea posible. Rogers
piensa que todas las personas intentan dar lo mejor de sí mismas, lo mejor de su
existencia, y que si fallan no es con intención o con el deseo de hacerlo. Carl
Rogers explica que cada cosa viviente en la naturaleza intenta dar y/o hacer lo
mejor de sí misma.
Dice que el hombre se adapta con facilidad a lo que se le va presentando en la
vida, y que lo hace de forma natural, siempre y cuando viva de acuerdo a su
naturaleza.
.
También explica Rogers que los organismos saben por naturaleza lo que es el
bien. La evolución ha provisto a la persona de los sentidos, y además, de ser
capaz de discriminar lo que necesita o requiere.


Entre las muchas cosas que la persona, por instinto, valora está el respeto o la
atención positiva: como el amor, el afecto, etc., pues es claro que un bebé sin
esto, puede llegar hasta morir.
Por otro lado se encuentra el respeto positivo hacia uno mismo, es decir que es
la autoestima, el reconocer el valor propio o saber que se tiene una autoimagen
positiva.

Rogers explica que los bebés por naturaleza
quieren y les gusta lo que necesitan, pero la misma evolución de la humanidad ha
creado un ambiente diferente al natural en donde cosas como el azúcar refinada,
las harinas, la mantequilla, el chocolate, etc., han venido ha modificar lo natural y a
crear nuevas necesidades.

Lo anterior se puede explicar diciendo que: la sociedad influye a tal grado, que la
persona se pierde en ella y se deja de sí misma, deja de aflorarse como debe,
pierde autenticidad
Por otra parte dice que cada persona tiene un ser real y un ser ideal:
Ser real: es el que surge o se funda en la tendencia actualizada, que sigue a la
valoración del organismo y que necesita y es capaz de recibir el respeto o la
atención positiva propia y ajena; es el "yo", que si todo sale bien, la persona
llega a convertirse en él.
Ser ideal: es lo que no es real, lo que se podría esperar que la persona llegara
a ser, pero que no logra por las trabas que la sociedad condiciona; por forzar a
la persona a vivir con condiciones impuestas.
 A mayor distancia o separación de esto, mayor incongruencia; a mayor
incongruencia, mayor sufrimiento. Para Rogers, la incongruencia es la neurosis,
estar fuera de sintonía con el propio yo.
Otro concepto de Rogers son los mecanismos de defensa, en donde en una
situación de incongruencia entre la propia imagen y la experiencia inmediata de la
persona se le presenta una situación amenazadora. Por ejemplo, si a una
persona se le ha enseñado a sentirse poco valorada cuando no obtiene 10 o la
mejor calificación posible, y como consecuencia no se siente un buen estudiante,
entonces cuando se enfrenta a un examen, dicha incongruencia aflora y se
convierte en amenazadora.
.
Para Rogers, existen dos mecanismos de defensa, mismos que se consideran en
el nivel perceptual, es decir que surgen de la senso-percepción, que no son
analizados por la mente humana en realidad:

1. Negativa: negación, denegar, que es bloquear la situación amenazadora. Por
ejemplo, alguien que no va por los resultados de su examen, para no tener que
enfrentar las bajas calificaciones. También se puede entender como reprimir la
situación amenazadora, como dejarlo en el olvido aparentemente.
2. Distorsión perceptual: es reinterpretar la situación para que la persona se
convenza a sí misma de que no es tan amenazadora como parece. Por
ejemplo, alguien que se siente amenazado ante los exámenes o las
calificaciones, puede decir que el profesor no enseña correctamente, que hace
preguntas capciosas, que tiene mala actitud o voluntad, etc.
Rogers concluye que para los neuróticos, en pocas palabras para la mayoría de la
gente, cada vez que la persona utiliza un mecanismo de defensa, pone mayor
distancia entre su real y su ideal y por lo tanto, se vuelve más incongruente, y
provoca enfrentarse cada vez más a situaciones amenazadoras, ser más ansiosa
y utilizar más los mecanismos; así pues, se vuelve un círculo vicioso del que la
persona probablemente sea incapaz de salir por su propia mano.
Todo lo anterior lleva a Rogers a describir también a la persona sana, a la que
llama alta o totalmente funcional. Dicha persona presenta las siguientes
características:
Abierta a la experiencia: es lo opuesto a estar a la defensiva. Es la
percepción correcta de las experiencias personales, sin verlas distorsionadas.
Es decir, es aceptar la realidad y los sentimientos, para no confundirlos con las
ansiedades. Es ser objetivo y no subjetivo. Ser capaz de vivir las experiencias
a cada instante.
El vivir existencial: es el vivir el aquí y ahora. Insiste en estar en contacto
permanente con la realidad, por lo tanto, el pasado ya se fue, y el futuro aún no
llega. El presente es lo único real que la persona tiene. El pasado supone
recordar y aprender, es todo; por lo tanto no se debe soñar con el futuro, pues
se pierde contacto con la realidad.
Confianza orgánica: la persona debe permitirse ser guiada por el proceso de
valoración orgánica. La persona debe confiar en lo que sus sentimientos le
dicten, en lo que sus sentimientos le guíen de forma natural. (Esto es un
verdadero riesgo o peligro en la teoría de Rogers, pues la gente lo interpretó
como "haz lo que quieras y sé feliz"; si eres masoquista, daña a la gente o a ti
mismo; si el alcohol y las drogas te hacen feliz, ve hacia ellos; si estás
deprimido suicídate. Estos no son grandes consejos, por el contrario, dañan de
raíz a la naturaleza humana, de hecho, muchos de los excesos que se
cometieron en los 60´s y los 70´s, estaban inspirados en la teoría rogeriana.
Sin embargo, cabe mencionar, que la intención de Rogers no era ésta, sino
que más bien la gente tendiera a que por naturaleza se dirige al bien, pero
perdió de vista que también, por naturaleza se tiende al mal).
Experimentar la libertad: Rogers pensaba que daba lo mismo o que era
irrelevante si la persona tenía deseos de ser libre, pues como la persona se
maneja a través de sus sentimientos, no había mayor trascendencia en
libertad. Sin embargo, hasta cierto punto, la persona está determinada, es
decir, no es libre totalmente, pues por ejemplo, por más que estire los brazos e
intente volar, no lo va a lograr.  Esto se puede lograr a través de la creatividad en las ciencias y las artes, también por medio de ayuda social y del amor paternal, o simplemente
haciendo lo mejor o dando lo mejor de sí en el trabajo.
Terapia.
 Rogers cambió el nombre de su terapia a Terapia Centrada en el
Cliente (psicología personalista). Pensaba que el paciente era el que tenía que
decidir qué es lo que estaba mal, encontrar formas de mejorarlo y determinar la
conclusión o el fin de la terapia.
En la actualidad, dicha terapia todavía se utiliza y también se conoce con el
nombre de Terapia Rogeriana.
Al acercamiento que el terapeuta puede hacer con sus pacientes se llama reflejo,
y consiste en que el terapeuta solamente debe hacer notar al paciente que es el
espejo de sus sentimientos, en pocas palabras que lo está escuchando. Por
ejemplo, si el paciente dice: "me siento perdido, soy un tonto"; el terapeuta puede
reflejar dicho comentario contestando "¿entonces la vida te está provocando que
caigas, verdad? A través de estos sencillos comentarios, el terapeuta hace notar
que se está comunicando con su cliente, que lo está escuchando y que se
preocupa por entender las situaciones problemáticas de su cliente o paciente.

El terapeuta debe permitir que el paciente se dé cuenta o se percate que lo que
está comunicando es exactamente lo real, lo correcto, lo que quiere decir o
significar. Por ejemplo, si una clienta llega con su terapeuta y le dice: "odio a todos
los hombres", el terapeuta puede reflejar haciendo una pregunta como ¿Odias a
todos los hombres? Entonces puede provocar que la clienta diga: "bueno,
probablemente no a todos, pues no odio a mi papá ni a mi hermano, tampoco lo
odio a usted; por ende, la clienta descubre que no reparte el odio a todos, sino que
ese sentimiento le surgió por la desconfianza que le provocó una relación, que
aprendió a tener miedo de ser herida de nuevo por causa de un hombre en
particular.
El reflejo debe ser usado con cautela, con precaución, pues si el terapeuta lo
utiliza sin pensar, sin que intervengan sus sentimientos y de manera
indiscriminada, y sólo repite lo que el paciente está diciendo, suena falso, suena
únicamente como repetidor de frases y el cliente puede sentirse poco atendido, o
escuchado y desilusionarse del terapeuta. El reflejo que el terapeuta proporciona
debe ser genuino, auténtico, debe emerger de su corazón y además debe ser
congruente con las necesidades del cliente.
Como conclusión de lo anterior, Rogers dijo que para ser un terapeuta eficiente, se
requieren algunas cualidades especiales:
Congruencia: ser genuino, auténtico, y honesto con el cliente.
Empatía: tener la habilidad de ponerse en los zapatos del cliente; de sentir lo
que el cliente siente.
Respeto: aceptar de forma incondicional ayudar al paciente de forma positiva,
es decir que el paciente se dé cuenta de que necesita escuchar de sí mismo
cosas positivas, a pesar de que tenga problemas y de que diga lo que diga, se
le acepta.
Rogers explica que estas cualidades son suficientes y necesarias, que si el
terapeuta las tiene, el cliente mejorará, a pesar de que no se manejen muchas
técnicas dentro de la terapia. Si el terapeuta no muestra o exhibe estas
cualidades, la mejora del cliente será mínima, a pesar de que se utilicen muchas
técnicas dentro de la terapia. Lo que Rogers pretendía, es que dentro de la
terapia, el terapeuta tuviera esas características, pero que cuando acabara la
terapia, dicho terapeuta fuera tan humano como su propio cliente, pues si no, el
terapeuta siempre tenía que ser perfecto y esta carga lo agobiaría demasiado,
sería un peso que a la larga no podría soportar.
Como conclusión, se afirma que Carl Rogers es un psicólogo basado en la teoría
personalista, pues se aboca a las características individuales, sin embargo por el
hecho de promover que la persona siga sus sentimientos, pierde de vista la
objetividad o la realidad que se promueve, pues no sólo de sentimientos está
constituido el hombre, hace falta que la inteligencia, la sociabilidad, la voluntad, y
la libertad, intervengan para equilibrar dichos sentimientos.
Por otro lado, las características que promueve en el terapeuta son ciertas, pues
es verdad que se pueden utilizar muchas técnicas para remediar y curar, pero la
influencia del terapeuta, ejerce conciencia, por ejemplo, en el pensamiento.
Es arriesgado decirlo, pero en cierta forma se nace para ser terapeuta, y sólo se
afinan los detalles a través del estudio, es decir sin el estudio no se es, pero sin la
personalidad para serlo, tampoco.
Rogers aporta conceptos y postulados prácticos de fácil compresión, sin embargo
le falta profundidad en sus textos, pues se pueden confundir con facilidad, y de
hecho así sucede, provocando que la persona piensa que se puede vivir amando,
siendo libre y feliz, sin percatarse que hace falta conocer más su naturaleza y
tener límites, y que esos límites no sólo son impuestos por la naturaleza limitada
de nuestra libertad, sino por el mismo hombre con el fin de convivir en paz y
armonía.

viernes, 11 de febrero de 2011

teoria psicosocial

Una teoría psicosocial: Erik Erikson

 
Las teorías de Sigmund Freud han tenido una gran influencia sobre el estudio del desarrollo. Freud reconoció la existencia de diferentes comportamientos humanos pero se centró especialmente en el libido y el impulso de placer. Sus teorías sobre el comportamiento inconscientes han influido en las teorías actuales de las emociones, la motivación y el desarrollo de la personalidad.  Freud divide la personalidad en tres instancias: la “id” (instintiva), el ego (realista) y el súper-ego ( etico-moral). El ego controla los impulsos peligrosos percibidos a través de varios mecanismos de defensa. Mientras que Freud se centra en el estudio de la “id” (instintiva),  Erikson (1963) se centra básicamente en las implicaciones del ego en el desarrollo humano. Según Erikson, el desarrollo humano sólo se puede entender en el contexto de la sociedad a la cual uno pertenece y remarca la relación entre el ego y las fuerzas sociales que tienen algún tipo de influencia sobre las personas en determinados momentos de la vida.

Erikson divide la vida en ocho etapas de desarrollo psicosocial. Cada etapa está caracterizada por una crisis emocional con dos posibles soluciones, favorable o desfavorable. La resolución de cada crisis determina el desarrollo posterior. Las cuatro primeras etapas son especialmente importantes para nosotros porque se centran en los niños pequeños.

Tabla 1- Las cuatro primeras etapas del desarrollo psicosocial según Erikson

Crisis central
Solución positiva
Solución negativa
Confianza básica vs. desconfianza (desde el nacimiento a los 18 meses)
La confianza en el cuidador que se ha convertido en “certeza interna y en predictibilidad externa” conduce a la confianza del niño en el entorno.
Miedo, ansiedad y sospecha. Carece de atenciòn fisica y psicológica por parte del cuidador conduce a desconfiar de el entorno.
Autonomía vs. duda, (de los 18 meses a los 3 años)
Sensación de vales. Afirmaciòn de la lección y la voluntad. El entorno favorece la independencia y estos el orgullo y la buena voluntad.
Pédida de la autestima. La sensación de control externo excesivo hace dudar de un mismo y de los otros.
Iniciativa vs. culpa, ( de 3 a 6 años)
Capacidad por aprender, para empezar las actividades, para disfrutar del dominio y los éxitos.
Incapacidad para controlar el nuevo poder. Ser consciente del posible fracaso, inculca la sensación de culpa y el miedo al castigo.
Lavoriosidad vs. inferioridad, (de los 6 años a la pubertad)
Aprende el valor del trabajo, adquiere las habilidades y las herramientas de tecnología. La competencia ayuda a ordenar las cosas y a hacer las funcionar.
La frustracíon repetida y el fracaso conducen a una sensación de no adecuación y de inferioridad que afecta a la visión de la vida.

  
Como resalto Pucketti Black (2000:85-86) “efectivamente, es mejor que los niños crezcan creyendo que son individuos competentes y eficaces, que no sintiéndose inseguros y siendo desconfiados (...). La capacidad de ver qué tareas son posibles y hacerlas y no tener que esperar a obtener el permiso de otras personas, es mucho más productivo que el miedo al castigo, la vergüenza o el fracaso tan intensos, que puede hacer que un niño deje que sean los otros, quienes toman la iniciativa para hacer las cosas. Las ansias por conocer, por saber como se hacen las cosas y hacerlas es más satisfactorio y tiene más éxito, que la sensación de incompetencia, desgana y quizás rechazo a varias experiencias y nuevos conocimientos”.


Así pues, un objetivo importante de la educación prematura es favorecer el desarrollo de personalidades sanas y valorar las primeras experiencias y relaciones de la vida de los niños

teoria de introversion- extroversion

Extraversión - Intraversión

El primero en trabajar con la dimensión de extraversión - introversión fue Carl Jung, pero ya antes de que Jung forjara estos términos, William James había llamado la atención sobre la diferencia que existía entre los individuos “de mente resistente” y los “de mente sensible”; los que miran hacia afuera y los que miran hacia adentro. (Allport 1992 ). Jung define al extrovertido como `la persona cuyo interés en general se enfoca hacia la vida social y el mundo externo y no hacia sus experiencias internas', por otro lado define al introvertido como 'una persona que en general se enfoca hacia sus pensamientos y sentimientos interiores'.
Para Jung, las características del extravertido y del introvertido son:
En el extravertido domina la realidad exterior y social. Está directamente orientado a la realidad objetiva, regido por lo práctico y necesario, se adapta facilmente a situaciones nuevas, la vida afectiva no está finamente moldeada, de débil autocrítica, acción directa, compensación real, la psiconeurosis típica es histérica.
En el introvertido es decisivo el mundo subjetivo, regido por principios absolutos, rígido e inflexible, delicadeza en los sentimientos, inclinado al análisis de sí mismo y la autocrítica, compensación en la huida y la fantasia, la psiconeurosis típica es de ansiedad u obsesiva. (Jung, 19 CP. Allport, p. 501)
Citando una ivestigación reciente (1996) de extraversión e introversión en base a Jung, realizada por Amanda Kraus, destacamos lo siguiente:
Carl Jung desarrolló dos tipos de actitudes psicológicas: la extraversión y la introversión.
Los extravertidos y los introvertidos difieren en la manera de pensar y por lo tanto aprenden de modo diferente. Los extravertidos son generalmente más sociables que los introvertidos, están más orientados hacia la acción y son más espontáneos. Los introvertidos no necesitan a los demás para estar contentos, tratan de entender las situaciones con más interés que los extravertidos y son más reflexivos. Se han desarrollado métodos de aprendizaje para educarlos mejor. A través de la lycos encontré en páginas Web sobre los tipos de actitudes y sus estilos especiales para aprender.
Como los extravertidos e introvertidos no ven el mundo de manera igual, su aprendizaje debe ser diferente. Los extravertidos aprenden mejor explicando las cosas a otros, cuando tratan de explicar a otros es que relamente aprenden las cosas. Para los extravertidos es fácil trabajar en grupo, hay dos maneras muy populares de educar a un extravertido: el método de pensar en voz alta para resolver problemas y el método de grupo nominal.
El introvertido necesita entender toda la película para comprender totalmente, considera un conocimiento verdadero si aprende la relación entre los temas que lo conforman. La información desconectada no ayuda a aprender al introvertido. Las mejores maneras de educar estudiantes introvertidos es enseñarles cómo interconectar diversas informaciones. Estos estudiantes también aprender cómo hacer flujogramas, tablas comparativas y mapas conceptuales, para poder ver “toda la película”.
En esta investigación cabe destacar el empleo de diferentes métodos de aprendizaje dada las diferencias de personalidad de los individuos, por lo cual éstas suponen distintas estrategias y predisposiciones distintas para el aprovechamiento y comprensión de lo que se pretende aprender.
Ha lugar hablar de Jung en este contexto, ya que el paso del estudio clínico de la personalidad, fundamentado más que todo en el psicoanálisis, a la fase cuantitativa y experimental está determinado por la factorización de los rasgos del individuo.
El análisis factorial, método empleado en la Teoría de los rasgos, permite aislar las variables fundamentales de la personalidad. Estas variables se les llama factores, los cuales califica Cattell como “rasgos fundamentales” que subyacen en los “rasgos superficiales”. (Cattell, 1965; cp. Cerni 1975). Este método fue desarrollado como medio apto para apreciar la exitencia de dichos factores generales y facilitar su identificación. Por esto es por lo que en la Teoría de los Rasgos, se les califica a los rasgos fundamentales como factores de la personalidad.
Cattell (1965/1975) califica la terminología extraversión - introversión como corrompida por el excesivo uso popular, y hasta llega a decir que puede significar cualquier cosa, desde la sociabilidad a la buena adapatación emcocional, según el trasfondo del que lo usa. Por tanto, Cattell va más allá de la terminología popular introversión - extraversión, describiéndola en una serie de rasgos los cuales quedan tipificados en categorías de factores.
Y en efecto, el resultado del estudio cuantitavo de la personalidad es una clasificación (tipificación de los rasgos) no de los individuos, aunque quedan clasificados indirectamente los que ostentan estos rasgos.
Es lógico que hagamos referencia a Guillford (1940) en la descripción de sus factores de introversión, como ejemplo de la tipificación de los rasgos:
S: introversión social, manifestada por timidez y tendencia a apartarse de contactos sociales
.
T: introversión de pensamiento, con inclinación a la meditación, a filosofar y a analizarse a sí mismo y a los demás.
D: depresión, incluyendo sentimientos de inferioridad y de culpabilidad.
De acuerdo con el análisis factorial, es posible hacer la medición de la extraversión e introversión, bajo la cual `existe una distribución contínua y normal que va desde el extravertido extremo al introvertido extremo' (Cattell, 1965). Sin embargo, para Cattell esta dimensión sólo quedó definida a nivel de rasgos superficiales, o mero conglomerado de atributos al que cualquiera podía añadir o sustraer alguno según su imagiancaión lo deseara (Opcit).
Los rasgos superficiales son aquellos que representan grupos de variables, manifiestas o abiertas, que al parecer operan en conjunto; y los rasgos fundamentales representan las variables subyacentes que intervienen en la determianción de múltiples manifestaciones superficiales. (Cattell, 1950 cp. Hall y Lindzey 1975 p.22) `Los rasgos fundamentales se presentan como verdaderas influencias estrcuturales, subyacentes de la personalidad… y corresponden a verdaderas influencias unitarias: factores fisiológicos y temperamentales; grados de interacción dinámica y exposición a las instituciones sociales' (Cattell, 1950 p. 27)
Los rasgos fundamentales que están determinados por los superficiales de introversión y extraversión son los siguientes:
Factor A: Ciclotimia - Esquizotimia:
El ciclotímico es un individuo que vive hacia afuera, afable, adaptable, confiado, reposado, participativo, bondadoso, preocupado por los problemas de los demás. Gusta de estar con gente; es generoso en las relaciones con otras personas. No le preocupan las críticas. Tiene facilidad para expresar sus sentimientos. Está siempre dispuesto a cooperar en todo. Tiene buena memoria para los nombre de las personas.
Por el contrario, el esquizotímico, vive hacia adentro; es frío, inflexible, alejado, crítico, duro, escéptico, receloso, solitario para la vida y el trabajo, rígido en sus tareas, meticuloso, sometido a sus propios criterios. Insoportable y obstaculizador de la convivencia y el trabajo.
Factor C: Estabilidad emocional o tendencias neuróticas:
El individuo estable por razón de sus emociones es realista, tranquilo, maduro, estable; destaca por la fuerza del ego o firmeza interior y su capacidad para establecer unos principios sólidos de comportamiento individual y social. Hay en él un potencial psicótico subyacente, pero normalmente éste se encuentra bien controlado. Este control le permite ser a veces conformista.
El neurótico, por su parte, es excitable, evasivo, mutable, inmaduro, turbable, intolerante con las frustraciones, voluble, etc. Destaca por la poca fuerza del ego, por eso se evade y evita las necesidades y los problemas de la realidad. Es displisente, insatisfecho, fatigado, propenso a las fobias, las quejas, las alteraciones del sueño, etc.
Factor E: Dominancia o sumisión:
El dominante es independiente, agresivo, obstinado, competitivo, vanidoso, impositivo, duro, seguro de sí mismo, independiente en sus ideas y opiniones, austero, autorregulador, autoritario, hostil, castigador; vigoroso, inflexible, práctico; en general destaca por el afán de rechazo por toda autoridad por encima de él.
El sumiso por el contrario, es débil, conformista, acomodaticio, humilde, condesendiente, blando, neuroasténico, iluso, no le cuesta ceder ante las pretenciones de los demás; es dócil y obsecionado por una exactitud rigurosa en sus tareas; acepta facilmente las ideas y los criterios de los demás. Esta sumisión constituye un potencial neurótico que puede aflorar en cualquier momento.
Factor F: Expansividad o reserva:
El expansivo es un individuo locuaz, tranquilo, confiado a la buena ventura, animado, feliz y contento, sociable, impulsivo, jovial, franco y activo, acalorado, entusiasta, descuidado, a veces cambiante. Es un buen ejemplo para ser líder.
El reservado o no expansivo es silencioso, sobrio, preocupado, apartado, repremido, retisente, terco, introspectivo, excesivamente cauto, presumido, escrupuloso, correcto, inspira consfianza.
Factor H: Audacia (ciclotemia audaz) o cohibición (esquizotimia de repliegue en sí mismo):
El individuo audaz destaca por sus rasgos ciclotímicos acusados; es atrevido, frívolo, espontáneo, sociable, charlatan, despreocupado por el detalle, emotivo, capaz de mucha resistencia para soportar las situaciones y el trato con la gente aún en circunstancias abrumadoras. En su vida privada y profesional, tiene mucha confianza en sí mismo, es emprendedor y está activamente interesado por el otro sexo.
El cohibido, por su parte, es prudente y escrupuloso, tímido, reprimido; tiene poca confianza en sí mismo; tiende a alejarse y retraerse de la vida social; padece deficiencia para las relaciones sociales, lento y torpe para expresar sus sentimientos, sus intereses y sus proyectos; tiene pocos amigos de verdad y prefiere abstraerse de los problemas de la sociedad en que vive.
Factor I: sensibilidad o rudeza:
El individuo sensible destaca por su dependencia de lo que acontece alrededor, sobre todo por los sentimientos de otras personas; es idealista, impresionable, soñador, artista, impaciente, teórico, narcicista; entre sus preferencias estan las que son más propias de la mujer y las que rechazan comportamientos y talantes de tosquedad y rudeza; es intolerante con los demanes y estilos de brutalidad o bastez; hipersensible: crítico, impaciente, autocomprensivo. Suele frenar la acción del grupo y turbar la moral con actividades inútiles e idealistas.
El rudo es un individuo independiente, emocionalmente inmaduro, indiferente respecto a los sentimientos de los demás, confiado en si mismo, insensible con los detalles de finura de otros; descortes, a veces grosero, bruzco, obtuso, confiado en si mismo, realista, varoníl, responsable, sínico, insensible para los valores de la cultura y del arte; tolerante, amoldable, tranquilo, afronta la realidad; tacaño, frío, reservado; práctico y realista en su vida y su profesión. Tiende a mantener el grupo trabanjando sobre unas bases prácticas realistas y acertadas.
Si bien es cierto que esta descripción de factores es sumamente amplia y podría parecer exhaustiva; sólo es posible concretar los rasgos fundamentales a través de los cuestionarios objetivos porque varían de sujeto a sujeto, algunos tendrán rasgos más marcados que otros; y hasta podría suceder existieran individuos que no acusen alguno, por lo que la correlación estadística es la que nos permitiría determinar el grado de asociación entre los mismos rasgos superficiales que denotan la existencia del rasgos fundamental.





teoria psicosexual

Teoría Psicosexual de Sigmund Freud

EL PSICOANÁLISIS Y EL HOMBRE COMO INCONSCIENTE

Freud (1856-1939), ingresó al mundo de la psicología siendo médico. Inicialmente este vienés compartió la preocupación por la cura de la histeria a través de la hipnosis, tal y como la practicaba la escuela de Charcot en París. Posteriormente establecería otro universo de experiencias que lo llevarían a la formulación del inconsciente y del método psicoanalítico. Sus obras más famosas son La interpretación de los sueños (1899) e Introducción al psicoanálisis (1917). Para Freud, el hombre está sometido a la determinación de su evolución psíquica, pero peor aún, está dominado por el inconsciente, fuerza imprevisible, incontrolable, causa de nuestros numerosos errores y también de nuestros –aparentemente- más honestos deseos y realizaciones. Se presentan las pistas de definición conceptual más obvias del análisis freudiano, resta examinar las complejas consecuencias que de ahí se derivan.

1. Niveles del psiquismo humanoEl nivel más importante, según Freud, es el inconsciente. Por eso, presentamos brevemente los niveles conscientes y preconscientes y nos detendremos más en el inconsciente, describiendo sus rasgos fundamentales:
Nivel consciente: Es el nivel admitido por la psicología tradicional y se refiere a todo lo que el hombre sabe y conoce.
Nivel pre-consciente: Se refiere a todo lo que está latente en la persona humana y puede pasar al nivel consciente en cualquier momento. Hay una buena cantidad de realidades mentales, por ejemplo: memorias de experiencias particulares o de hechos particulares, de los cuales no somos continuamente conscientes, pero a lo que podemos evocar en la mente siempre que sea necesario.
Su existencia se manifiesta a través de los actos fallidos (hablar, escribir o hacer una cosa por otra, olvidos temporales de algo...). No resulta difícil descubrir detrás de ellos la existencia de otra intención, deseo, repulsa, etc.
Nivel inconsciente: Freud constató que la mayoría de las enfermedades nerviosas, como la histeria, son consecuencia de conflictos psíquicos inconscientes. En el fondo de estos conflictos hay casi siempre un deseo o recuerdo reprimido, que permanece activo en el inconsciente. Todo esto pone de relieve la existencia de una actividad de la que no somos conscientes, que influye en el psiquismo humano. El inconsciente es por naturaleza dinámico, esto es, ejerce activamente presiones e influencias sobre lo que la persona es y hace. Por ejemplo: hay deseos inconscientes que pueden inducir a alguien a hacer cosas que no puede explicar racionalmente a otras personas ni siquiera a sí mismo. La impermeabilidad es lo que diferencia al nivel inconsciente de los otros niveles. Este nivel es como una cámara cerrada herméticamente, que impide el paso de sus contenidos al pre-consciente y a la conciencia. Lo que impide el paso de los contenidos del inconsciente a los otros niveles es lo que Freud llama censura. Esta “censura” impide que salgan los contenidos del inconsciente prohibidos para la propia imagen o intolerables para la conciencia. Sólo el psicoanálisis, método descubierto por Freud, puede lograr que esos contenidos traspasen la barrera de la censura. Los sueños son expresión de esa actividad del inconsciente. En los sueños se expresan de forma simbólica algunas problemáticas psicológicas del inconsciente. Una actividad de la terapia psicoanalítica consiste en la paciente interpretación de los sueños con el fin de elaborar los contenidos inconscientes que más influyen en la vida del paciente.

2. Componentes de la personalidad

Freud introdujo en sus últimas exposiciones la teoría de la estructura tripartita de la personalidad: el Ello, el Yo y el Súper yo. Dicha estructura no se identifica con la división del inconsciente, preconsciente e inconsciente. Sin embargo, toma el nivel inconsciente como punto de partida para el desarrollo de esta teoría. Estos tres componentes tienen en común las siguientes características:
Son autónomas: Cada una tiene su propio objetivo y funcionamiento.
Son antagónicas: Tienen objetivos distintos y en conflicto.
Son interdependientes: Necesitan relacionarse unas con otras para no destruir la personalidad y funcionar “económicamente” de cara a la solución de los problemas reales.

EL ELLO
Este primer componente se caracteriza por ser la parte instintiva o pulsional de nuestra personalidad.
Los instintos son las fuerzas motivantes en el psiquismo humano tal; toda su “energía” proviene solamente de ellos. El ello funciona buscando el placer, es decir, la satisfacción inmediata y total de las pulsiones y tendencias que lo componen y descarga los impulsos ciegamente.

“El Ello no conoce juicio de valor alguno, no conoce el bien y el mal ni moral alguna. El factor económico o cuantitativo, íntimamente enlazado al principio del placer, rige todos los procesos... todo lo que el Ello contiene son cargas de instinto que demandan descarga” (S. Freud).

Freud sostuvo que puede distinguirse un número indeterminado de instintos. Sin embargo pensó que todos ellos podrían ser derivados de dos instintos básicos. Veamos someramente cada uno de estas pulsiones:

Sexualidad y agresividad (EROS Y TÁNATOS)
Sexualidad: abarca las tendencias constructivas y unitivas del hombre originadas por la energía sexual o instintos de vida, también denominados Eros (amor). Estos son las fuentes de desarrollo humano. Estos instintos sexuales pueden ser expansivos (un enamorado), o narcisistas (un esquizofrénico que se crea su propio mundo de autogratificación), o de conservación (seguridad, autoestima, perspectiva de protección para desarrollarse).
Agresividad: abarca las tendencias destructivas y disgregadoras del hombre, llamadas también instintos de muerte, o Thanatos. Tienden a la destrucción del mundo exterior y del propio Yo.

Por consiguiente, la presencia de estos dos instintos genera en el hombre, una división interna conflictiva. Esta conflictividad ayuda al hombre a su realización personal. La riqueza de instintos, al mismo tiempo crea una tensión, enriquece la personalidad, si se encauzan adecuadamente. La pobreza instintiva crea menos conflictos pero disminuye la posibilidad de realización personal.

“Uno de estos instintos, que trabaja silenciosamente en el fondo, perseguirá el fin de conducir a la muerte del ser vivo (como vuelta al estado inorgánico original); merecerían, por tanto, el nombre de instintos de muerte... Los otros serían los instintos sexuales o instintos de vida libidinosos (el Eros), mejor conocidos analíticamente, cuya intención sería formar con la sustancia viva unidades cada vez más amplias, conservar así la perduración de la vida y llevarla a unidades superiores”.

EL SÚPER YO
Este segundo componente se opone a lo instintivo, al ello, y se caracteriza por ser la instancia más propiamente humana; nos mueve hacia la superación y el deber, y representa la exigencia ética y el derecho de los demás. El súper yo tiene dos funciones: Indica a nuestro Yo las metas a conseguir y nos exige su cumplimiento. Nos prueba o nos reprueba según nos acerquemos a nos alejemos de la meta. Suele ser la instancia que censura, que califica bondad o maldad de algo.

“El súper yo es para nosotros la representación de todas las restricciones morales, el abogado de toda aspiración a un perfeccionamiento en suma: aquello que llamamos más elevado en la vida del hombre, se nos ha hecho psicológicamente aprehensible. Siendo en sí procedente de la influencia de los padres, educadores, etc...” (S. Freud).

El desacuerdo entre el ideal moral (súper yo) y la realidad (yo) genera en el hombre un sentimiento de culpabilidad, que aumentará en proporción a la rigidez del súper yo.

EL YO
La característica de este tercer componente es adaptar el psiquismo humano a la realidad, teniendo en cuenta los instintos (ello) y las exigencias morales. Desarrolla dos funciones: percibe la realidad a través de los sentidos. Responde, adaptándose a ella. Su producto es la acción eficaz en una situación convencional. El Yo funciona buscando lo posible y lo conveniente, lo útil y lo necesario, lo realista y lo lógico, intentando así conseguir el equilibrio y la racionalidad de la persona.

La persona sería la actividad en la cotidianidad de estas tres instancias:
Súper yo: Contiene las normas morales
Ello: Contiene los instintos
Yo: Está en contacto con la realidad

3. El desarrollo de la personalidad

El desarrollo y madurez de la personalidad depende de la evolución de los tres componentes psíquicos y de la maduración sexual-relacional del individuo. Veamos primero lo pertinente a las instancias de la personalidad:

DESARROLLO DEL ELLO
El Ello se basa en la herencia biológica y psíquica del niño. Se origina en el seno materno. El niño, cuando nace, es puro instinto. Su dinámica será la de satisfacerse y huir de lo restrictivo.

La evolución del Ello va a depender de la expresión espontánea del instinto, de las posibilidades familiares y culturales para satisfacer los impulsos y de los cauces capaces de sublimarlo y trasformarlo en fuerza creadora, artística, deportiva, etc. Cuando la cultura y la educación son muy represivas para el desarrollo del instinto, el Ello se atrofia, formándose una personalidad pobre sin emociones, sin afectos, sin ilusiones ni deseos profundos. De otra parte, la falta de cauces para los impulsos puede también generar una personalidad voluble y esclava del instinto, que puede degenerar en conductas perversas, antisociales o auto-destructivas.

EL DESARROLLO DEL YO
El yo se forma en los dos primeros años, mediante un proceso de adaptación a la realidad. El niño se acerca a su entorno guiado sólo por el Ello, es decir, de una forma incontrolada. Es la madre, con sus avisos y reprimendas y la misma realidad, con su propio límite, las que frenan su ávida impulsividad y le ayudan a adaptarse al mundo que le rodea.

Se comprende, por esto, que el Yo no pueda desarrollarse sin frustraciones. Es una tarea difícil que sólo será posible si se cumplen estas dos condiciones:
Que el yo acepte sus limitaciones, es decir, que comprenda que para vivir en relación con la realidad no puede realizar todo lo que le es posible. El yo crece no por la perpetua satisfacción de lo mismo, sino por afrontar y elaborar las frustraciones.
Que acepte y experimente vivamente lo gratificante de una buena relación con la realidad a pesar de la limitación que le impone.

EL DESARROLLO DEL SÚPER YO
Comienza su desarrollo al final del segundo año y se va configurando en sucesivas etapas, relacionadas con interiorización de las figuras paternas. Al final de este proceso el súper yo ha “internalizado” la moral, los ideales y las normas de los padres y de la sociedad, y continuamente anhela la perfección. El súper yo, desde esta situación trata de obligar al yo a lograr metas morales y no sólo metas realistas también obliga al Ello a reprimir o inhibir sus impulsos animales o instintivos.

1ª. fase (2 años): figura materna. El niño empieza a desplazarse y a recibir reprensiones, principalmente de la madre, que desatan su agresividad. El temor al castigo y el miedo a perder el afecto materno producen en el niño un conflicto interno. La salida de este conflicto estará en hacer suyas las prohibiciones: “No me lo prohíbe mi mamá, me lo prohíbo yo”, interiorizando así la figura materna.

2ª fase (4-5 años): figura paterna. La unión total madre - hijo de los dos primeros años es perturbada por la presencia del padre. En sus relaciones con la madre, el niño ve en el padre un rival (triángulo edípico), que le despierta celos y agresividad. Por otro lado, ve al padre como alguien más fuerte que él, pilar de la casa, a quien desea parecerse y de quien teme su castigo. Está tensión se resuelve, cuando el niño mismo se prohíbe a la madre. La figura paterna sale fortalecida, interiorizada como ley y como censura hasta de los deseos. Esto último reaviva el sentimiento de culpabilidad.

3ª fase (13 - 17 años): pubertad. El adolescente revive con fuerza los conflictos de la infancia; pero ya con el matiz de la identificación sexual y sociocultural; el adolescente se identifica con la figura paterna (con los profesores etc...) y la adolescente con la materna, a la vez que va asumiendo todas las funciones propias de su sexo y de su cultura. La falta de identificación con el propio sexo por no aceptar los papeles que le son propios, puede ser el origen de la homosexualidad. Un súper yo rígido da lugar a la culpabilidad neurótica, de la misma forma que la falta de la exigencia o de los modelos de identificación desmoronan la personalidad. El súper yo es maduro cuando, a la vez que censura, aprueba las metas alcanzadas.

ETAPAS PSICOSEXUALES


Freud afirmaba que los tres componentes de la personalidad se iban configurando con las primeras experiencias de la infancia, a medida que la persona atravesaba por una serie de etapas psicosexuales. Desarrollo también es en Freud, evolución en la experiencia sexual como experiencia relacional global, no simplemente genital, auncuando esta es la fundante. Durante estas etapas la energía del Ello se fija en determinadas zonas corporales: la boca, el ano, los genitales. Si en cualquiera de las etapas, se mima en demasía a los niños, o se les priva de afecto, el desarrollo se detiene en esa etapa y la personalidad adulta queda estancada allí donde la dificultad se fijó. Según Freud, la personalidad del adulto queda configurada primordialmente durante estas cuatro etapas:

Etapa oral: Durante esta etapa, que abarca aproximadamente los primeros 18 meses de vida, el niño fija principalmente su conducta en la boca: al comer, chupar y morder. Los niños súpermimados o frustrados en esta etapa, al llegar a adultos, pueden presentar rasgos de la personalidad oral: dependencia, pasividad y avidez.

Etapa anal: A lo largo del segundo año empieza el entrenamiento de esfínteres o el aprendizaje de “ir al baño”: los niños deben aprender a controlar por primera vez, sus impulsos naturales. Este hecho marca el inicio de la etapa anal. Si este entrenamiento es bastante severo y conflictivo, o si la eliminación de las heces fecales y orina es demasiado placentera, el individuo puede quedar fijado en la etapa anal, y posteriormente presentará una personalidad “anal”: desconfianza, terquedad, desorden y sadismo, o excesiva docilidad, excesivo orden y limpieza, demasiados escrúpulos.

Etapa fálica: En la etapa fálica (del tercero al quinto año de la vida) los niños descubren los genitales y se recrean en ellos. Sus fantasías se orientan en torno a los complejos de Edipo y de Electra (nombres de los personajes de la literatura griega que amaban en exceso al progenitor del sexo contrario y sentían gran rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo). Freud creía que la resolución de estos complejos era fundamental para el desarrollo de la moralidad y la conducta apropiada a su papel sexual. Si no se resuelven adecuadamente, la persona puede rechazar el papel sexual socialmente sancionado y tornarse homosexual o lesbiana, o bien presentar conducta antisocial, perversa o inmoral.

Etapa genital: Al terminar la etapa fálica, Freud pensaba que ya estaba esencialmente formada la personalidad de los niños. Para él, lo siguientes siete años de vida no constituyen una etapa de grandes necesidades, ni cambios fundamentales en la personalidad. Al presentarse la pubertad, vuelven a presentarse los intereses sexuales como una renovación de la propia percepción corporal dado que el desarrollo hormonal ha favorecido la diferenciación de los rasgos de feminidad y virilidad. Durante la adolescencia y los primeros años de la vida adulta, que en términos generales coinciden con el período genital o etapa genital, los individuos se orientan hacia las relaciones interpersonales y empiezan a participar en las actividades de su cultura. Hasta este período han estado absortos en sus propios cuerpos y en la satisfacción de sus necesidades. En esta etapa nueva, como adolescentes, aprenden a establecer relaciones satisfactorias con las demás personas. Según Freud, una relación heterosexual madura es el punto que marca el comienzo de la madurez.