Carl Rogers
nació el 8 de enero de 1902, en Oak Park, Illinois, un suburbio de
Chicago. Fue el cuarto de seis hijos.
Su teoría es clínica, basada toda persona como buena y sana, o por lo
menos, no la considera mala o enferma. En otras palabras explica que la salud
mental en una progresión normal de la vida de la persona, mientras que la
enfermedad mental, como por ejemplo la criminalidad, son distorsiones de la
tendencia natural del hombre.
Su teoría está basada en una fuerza de vida, que llama tendencia actualizada:
es la base de la construcción de la motivación presente o actual en la persona,
con el fin de desarrollar todas sus potencias hasta donde sea posible. Rogers
piensa que todas las personas intentan dar lo mejor de sí mismas, lo mejor de su
existencia, y que si fallan no es con intención o con el deseo de hacerlo. Carl
Rogers explica que cada cosa viviente en la naturaleza intenta dar y/o hacer lo
mejor de sí misma.
Dice que el hombre se adapta con facilidad a lo que se le va presentando en la
vida, y que lo hace de forma natural, siempre y cuando viva de acuerdo a su
naturaleza.
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También explica Rogers que los organismos saben por naturaleza lo que es el
bien. La evolución ha provisto a la persona de los sentidos, y además, de ser
capaz de discriminar lo que necesita o requiere.
Entre las muchas cosas que la persona, por instinto, valora está el respeto o la
atención positiva: como el amor, el afecto, etc., pues es claro que un bebé sin
esto, puede llegar hasta morir.
Por otro lado se encuentra el respeto positivo hacia uno mismo, es decir que es
la autoestima, el reconocer el valor propio o saber que se tiene una autoimagen
positiva.
Rogers explica que los bebés por naturaleza
quieren y les gusta lo que necesitan, pero la misma evolución de la humanidad ha
creado un ambiente diferente al natural en donde cosas como el azúcar refinada,
las harinas, la mantequilla, el chocolate, etc., han venido ha modificar lo natural y a
crear nuevas necesidades.
Lo anterior se puede explicar diciendo que: la sociedad influye a tal grado, que la
persona se pierde en ella y se deja de sí misma, deja de aflorarse como debe,
pierde autenticidad
Por otra parte dice que cada persona tiene un ser real y un ser ideal:
Ser real: es el que surge o se funda en la tendencia actualizada, que sigue a la
valoración del organismo y que necesita y es capaz de recibir el respeto o la
atención positiva propia y ajena; es el "yo", que si todo sale bien, la persona
llega a convertirse en él.
Ser ideal: es lo que no es real, lo que se podría esperar que la persona llegara
a ser, pero que no logra por las trabas que la sociedad condiciona; por forzar a
la persona a vivir con condiciones impuestas.
A mayor distancia o separación de esto, mayor incongruencia; a mayor
incongruencia, mayor sufrimiento. Para Rogers, la incongruencia es la neurosis,
estar fuera de sintonía con el propio yo.
Otro concepto de Rogers son los mecanismos de defensa, en donde en una
situación de incongruencia entre la propia imagen y la experiencia inmediata de la
persona se le presenta una situación amenazadora. Por ejemplo, si a una
persona se le ha enseñado a sentirse poco valorada cuando no obtiene 10 o la
mejor calificación posible, y como consecuencia no se siente un buen estudiante,
entonces cuando se enfrenta a un examen, dicha incongruencia aflora y se
convierte en amenazadora.
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Para Rogers, existen dos mecanismos de defensa, mismos que se consideran en
el nivel perceptual, es decir que surgen de la senso-percepción, que no son
analizados por la mente humana en realidad:
1. Negativa: negación, denegar, que es bloquear la situación amenazadora. Por
ejemplo, alguien que no va por los resultados de su examen, para no tener que
enfrentar las bajas calificaciones. También se puede entender como reprimir la
situación amenazadora, como dejarlo en el olvido aparentemente.
2. Distorsión perceptual: es reinterpretar la situación para que la persona se
convenza a sí misma de que no es tan amenazadora como parece. Por
ejemplo, alguien que se siente amenazado ante los exámenes o las
calificaciones, puede decir que el profesor no enseña correctamente, que hace
preguntas capciosas, que tiene mala actitud o voluntad, etc.
Rogers concluye que para los neuróticos, en pocas palabras para la mayoría de la
gente, cada vez que la persona utiliza un mecanismo de defensa, pone mayor
distancia entre su real y su ideal y por lo tanto, se vuelve más incongruente, y
provoca enfrentarse cada vez más a situaciones amenazadoras, ser más ansiosa
y utilizar más los mecanismos; así pues, se vuelve un círculo vicioso del que la
persona probablemente sea incapaz de salir por su propia mano.
Todo lo anterior lleva a Rogers a describir también a la persona sana, a la que
llama alta o totalmente funcional. Dicha persona presenta las siguientes
características:
Abierta a la experiencia: es lo opuesto a estar a la defensiva. Es la
percepción correcta de las experiencias personales, sin verlas distorsionadas.
Es decir, es aceptar la realidad y los sentimientos, para no confundirlos con las
ansiedades. Es ser objetivo y no subjetivo. Ser capaz de vivir las experiencias
a cada instante.
El vivir existencial: es el vivir el aquí y ahora. Insiste en estar en contacto
permanente con la realidad, por lo tanto, el pasado ya se fue, y el futuro aún no
llega. El presente es lo único real que la persona tiene. El pasado supone
recordar y aprender, es todo; por lo tanto no se debe soñar con el futuro, pues
se pierde contacto con la realidad.
Confianza orgánica: la persona debe permitirse ser guiada por el proceso de
valoración orgánica. La persona debe confiar en lo que sus sentimientos le
dicten, en lo que sus sentimientos le guíen de forma natural. (Esto es un
verdadero riesgo o peligro en la teoría de Rogers, pues la gente lo interpretó
como "haz lo que quieras y sé feliz"; si eres masoquista, daña a la gente o a ti
mismo; si el alcohol y las drogas te hacen feliz, ve hacia ellos; si estás
deprimido suicídate. Estos no son grandes consejos, por el contrario, dañan de
raíz a la naturaleza humana, de hecho, muchos de los excesos que se
cometieron en los 60´s y los 70´s, estaban inspirados en la teoría rogeriana.
Sin embargo, cabe mencionar, que la intención de Rogers no era ésta, sino
que más bien la gente tendiera a que por naturaleza se dirige al bien, pero
perdió de vista que también, por naturaleza se tiende al mal).
Experimentar la libertad: Rogers pensaba que daba lo mismo o que era
irrelevante si la persona tenía deseos de ser libre, pues como la persona se
maneja a través de sus sentimientos, no había mayor trascendencia en
libertad. Sin embargo, hasta cierto punto, la persona está determinada, es
decir, no es libre totalmente, pues por ejemplo, por más que estire los brazos e
intente volar, no lo va a lograr. Esto se puede lograr a través de la creatividad en las ciencias y las artes, también por medio de ayuda social y del amor paternal, o simplemente
haciendo lo mejor o dando lo mejor de sí en el trabajo.
Terapia.
Rogers cambió el nombre de su terapia a Terapia Centrada en el
Cliente (psicología personalista). Pensaba que el paciente era el que tenía que
decidir qué es lo que estaba mal, encontrar formas de mejorarlo y determinar la
conclusión o el fin de la terapia.
En la actualidad, dicha terapia todavía se utiliza y también se conoce con el
nombre de Terapia Rogeriana.
Al acercamiento que el terapeuta puede hacer con sus pacientes se llama reflejo,
y consiste en que el terapeuta solamente debe hacer notar al paciente que es el
espejo de sus sentimientos, en pocas palabras que lo está escuchando. Por
ejemplo, si el paciente dice: "me siento perdido, soy un tonto"; el terapeuta puede
reflejar dicho comentario contestando "¿entonces la vida te está provocando que
caigas, verdad? A través de estos sencillos comentarios, el terapeuta hace notar
que se está comunicando con su cliente, que lo está escuchando y que se
preocupa por entender las situaciones problemáticas de su cliente o paciente.
El terapeuta debe permitir que el paciente se dé cuenta o se percate que lo que
está comunicando es exactamente lo real, lo correcto, lo que quiere decir o
significar. Por ejemplo, si una clienta llega con su terapeuta y le dice: "odio a todos
los hombres", el terapeuta puede reflejar haciendo una pregunta como ¿Odias a
todos los hombres? Entonces puede provocar que la clienta diga: "bueno,
probablemente no a todos, pues no odio a mi papá ni a mi hermano, tampoco lo
odio a usted; por ende, la clienta descubre que no reparte el odio a todos, sino que
ese sentimiento le surgió por la desconfianza que le provocó una relación, que
aprendió a tener miedo de ser herida de nuevo por causa de un hombre en
particular.
El reflejo debe ser usado con cautela, con precaución, pues si el terapeuta lo
utiliza sin pensar, sin que intervengan sus sentimientos y de manera
indiscriminada, y sólo repite lo que el paciente está diciendo, suena falso, suena
únicamente como repetidor de frases y el cliente puede sentirse poco atendido, o
escuchado y desilusionarse del terapeuta. El reflejo que el terapeuta proporciona
debe ser genuino, auténtico, debe emerger de su corazón y además debe ser
congruente con las necesidades del cliente.
Como conclusión de lo anterior, Rogers dijo que para ser un terapeuta eficiente, se
requieren algunas cualidades especiales:
Congruencia: ser genuino, auténtico, y honesto con el cliente.
Empatía: tener la habilidad de ponerse en los zapatos del cliente; de sentir lo
que el cliente siente.
Respeto: aceptar de forma incondicional ayudar al paciente de forma positiva,
es decir que el paciente se dé cuenta de que necesita escuchar de sí mismo
cosas positivas, a pesar de que tenga problemas y de que diga lo que diga, se
le acepta.
Rogers explica que estas cualidades son suficientes y necesarias, que si el
terapeuta las tiene, el cliente mejorará, a pesar de que no se manejen muchas
técnicas dentro de la terapia. Si el terapeuta no muestra o exhibe estas
cualidades, la mejora del cliente será mínima, a pesar de que se utilicen muchas
técnicas dentro de la terapia. Lo que Rogers pretendía, es que dentro de la
terapia, el terapeuta tuviera esas características, pero que cuando acabara la
terapia, dicho terapeuta fuera tan humano como su propio cliente, pues si no, el
terapeuta siempre tenía que ser perfecto y esta carga lo agobiaría demasiado,
sería un peso que a la larga no podría soportar.
Como conclusión, se afirma que Carl Rogers es un psicólogo basado en la teoría
personalista, pues se aboca a las características individuales, sin embargo por el
hecho de promover que la persona siga sus sentimientos, pierde de vista la
objetividad o la realidad que se promueve, pues no sólo de sentimientos está
constituido el hombre, hace falta que la inteligencia, la sociabilidad, la voluntad, y
la libertad, intervengan para equilibrar dichos sentimientos.
Por otro lado, las características que promueve en el terapeuta son ciertas, pues
es verdad que se pueden utilizar muchas técnicas para remediar y curar, pero la
influencia del terapeuta, ejerce conciencia, por ejemplo, en el pensamiento.
Es arriesgado decirlo, pero en cierta forma se nace para ser terapeuta, y sólo se
afinan los detalles a través del estudio, es decir sin el estudio no se es, pero sin la
personalidad para serlo, tampoco.
Rogers aporta conceptos y postulados prácticos de fácil compresión, sin embargo
le falta profundidad en sus textos, pues se pueden confundir con facilidad, y de
hecho así sucede, provocando que la persona piensa que se puede vivir amando,
siendo libre y feliz, sin percatarse que hace falta conocer más su naturaleza y
tener límites, y que esos límites no sólo son impuestos por la naturaleza limitada
de nuestra libertad, sino por el mismo hombre con el fin de convivir en paz y
armonía.